Detalles de la Receta
10 minutos
5 minutos
Muy fácil
1 frasco 600mL
Si aún no has probado las cebollas encurtidas, con esta receta que te traigo hoy voy a convencerte a que lo hagas. Se trata de uno de los básicos de la cocina que no puede faltar en nuestro recetario gracias a su versatilidad. Una receta muy sencilla pero que le dará un toque de sabor y color a tus platos.
Los encurtidos son un proceso de conservación de alimentos al sumergir un alimento en una solución de vinagre o sal para que así aumente la acidez y duren más tiempo, generalmente unos cuantos meses. Permitiéndonos, de esta manera, consumirlos en cualquier época del año. La conservación de alimentos en vinagre es uno de los métodos más antiguos de la humanidad. Según algunos historiadores su origen se remonta a hace más de 4.000 años en la antigua Mesopotamia, donde sus comerciantes los habrían transportado a China y luego al resto del mundo.
Esta conserva es una forma muy fácil y cómoda de tener siempre a mano un frasco de cebollas para consumir. Para la preparación se necesitan muy pocos ingredientes: vinagre, sal y agua son los básicos. Luego podemos agregarle algunos aromatizantes para potenciar su sabor, con ellos puedes hacer volar tu imaginación o, si prefieres, omitirlos por completo. En este caso vamos a utilizar una combinación tradicional: tomillo seco, hojas de laurel, unos dientes de ajo y algunos granos de pimienta negra. En cuanto a las cebollas utilizaremos cebollas moradas, ya que quedarán teñidas de un color rosa muy vistoso y ya sabes que la comida entra primero por los ojos. Si utilizaras cebolla blanca obtendrás el mismo resultado en cuanto a sabor pero no tendrán ese peculiar color. Con las cantidades que te presento en la receta te rendirá para un frasco.
Son el complemento ideal para recetas a las que les quieras dar un contraste ácido y una textura algo crujiente como pueden ser recetas de carnes y pescados o como “topping” de unas hamburguesas de pollo caseras o unas hamburguesas de lentejas y avena si buscas una opción vegana. También quedan increíbles en ensaladas, tostadas y cualquier snack o aperitivo, ya que los encurtidos siempre le aportan ese toque especial. Personalmente te recomiendo que las agregues en la ensalada de camarones y aguacate que tengo publicada aquí en el blog para llevarla al siguiente nivel.
Como todas las recetas que se vuelven muy populares, existen infinidad de versiones, casi tantas como personas las preparen. En ocasiones se cocina la cebolla con el vinagre y el agua caliente para que el sabor no sea tan fuerte. He probado variaciones donde le colocan diferentes aromatizantes como chile habanero, mostaza o cilantro en grano. Otras donde le colocan unas cucharadas de azúcar para hacerlas agridulces y contrarrestar un poco la acidez del vinagre. Esta es mi versión, como las preparo siempre en casa, es una de las más básicas pero igualmente deliciosa.
Si además buscas otras formas de preparar las cebollas, no puedes dejar de pasarte por esta receta de cebollas caramelizadas al vino tinto. Sin lugar a dudas son otra gran opción como acompañamiento.
Así que sin más dilación, te dejo con los pasos para que comiences a hacer tus encurtidos de cebolla en casa. Una vez que las hayas hecho, no te olvides de pasarte por el blog y comentarme cómo te quedaron.
Si te gustó y te resultó útil esta receta, te agradecería mucho si te pudieras tomar algunos segundos para compartir el enlace en redes sociales con tus amigos y seguidores. De esta manera, me ayudarías a que el blog siga creciendo y llegue a más personas.
Ingredientes
Ingredientes
2 cebollas moradas
1 taza de vinagre de manzana o de alcohol (unos 250 mL)
1 taza de agua (unos 250 mL)
2 dientes de ajo (opcional)
4 hojas de laurel (opcional)
1 cdta. de pimienta negra en grano (opcional)
1 cda. de tomillo seco (opcional)
1 cdta. de sal
Preparación de las cebollas encurtidas
Instrucciones
- Pelar las cebollas, retirar la capa externa y cortarlas en juliana. Luego, cortar los dientes de ajo en láminas.
- Agregar las cebollas a un frasco de cristal con cierre hermético previamente esterilizado. Si quieres saber cómo esterilizar un frasco haz clic en el enlace.
- Calentar en una sartén el agua, el vinagre, la cucharadita de sal y los aromatizantes (en este caso: las hojas de laurel, la pimienta negra y los láminas de ajo) mientras remueves con una cuchara para que se disuelva la sal. Retirar una vez haya roto el hervor.
- Una vez calentada la solución, verter en el frasco con la ayuda de un cucharón, de manera que cubra por completo todas las cebollas.
- Tapar, dejar que enfríe y llevar a la heladera.
- Esperar como mínimo 3-4 horas hasta utilizar las cebollas para que así se impregnen todos los sabores y modifique el color. Aunque lo ideal sería dejarlas un par de días.
- Pueden conservarse en la heladera durante al menos unas 3 o 4 semanas. Aunque desconozco el tiempo máximo ya que no suelen durar tanto.